Francisco Ossorio Acevedo nos ofrece las piezas El patio de los disconformes, El especulador y El intermediario, en las que se reafirma su compromiso con la sociedad y con la cultura popular canania.
En El patio de los disconformes la acción se desarrolla en el patio de una antigua casona canaria mientras se espera la llegada de un ser desaparecido en los primeros momentos del régimen franquista. La locura de un sueño que simboliza a una generación que se negó a sucumbir ante el olvido y mantuvo inquebrantable su esperanza.
El especulador es una farsa sobre la isla Nacaria que tiene un régimen de vida bucólico, y donde el sistema secular de vida se ve trastocado de repente y para siempre por la arribada de don Choni, cuyo objetivo es imponer un nuevo sistema de producción, para acabar con la conciencia tradicional isleña.
El intermediario teatraliza la figura de los "gangocheros, que no producen nada, sino son intermediarios, comprando a unos a un precio y vendiendo a otros al doble.