

Esta es la descripción de la estancia que, en 1910, realizó el célebre astrónomo francés junto con otros científicos para llevar a cabo diversos estudios, entre ellos, la observación del paso del cometa Halley.
Como en todo relato de viajes, Mascart plasma sus vivencias y, en especial, su singular y fascinante percepción de una isla que le asombra por su excepcionalidad.
El valor de esta obra se ve notablemente enriquecido por el prólogo de Francisco Sánchez, Fundador y Director del IAC y por la brillantez del trabajo complementario realizado por las traductoras, autoras de una más que interesante introducción y numerosas y detalladas notas en las que comentan aspectos relativos a personas y acontecimientos citados en el texto. Por todo ello, este libro se ha convertido en un referente imprescindibledentro de la bibliografía canaria.