En esta novela se narra la historia real de un soldado de Flandes (Bélgica) al servicio de Napoleón que, hecho prisionero en la batalla de Bailén, fue deportado a Tenerife, donde echó raíces y permaneció hasta su muerte.
Peter Jacobs Dionis o su nombre castellanizado, Pedro Santiago Dionis- desembarcó el 17 de mayo de 1809 en la playa de Candelaria en unión de 1436 compañeros de cautiverio, parte de los cuales fueron enviados a Gran Canaria.
Finalmente fue a parar a una prisión de Icod de los Vinos, lugar en el que gracias a sus buenas dotes pudo escapar a su destino y donde residió el resto de su vida dejando una amplia descendencia, entre la que se encuentra el propio autor.