LA FALANGE EN CANARIAS (1936-1950) es un extraordinario trabajo que tiene como objetivo analizar, desde el máximo rigor histórico, el papel desempeñado en las Islas por el partido único, FET y de las JONS, durante la guerra civil y la primera etapa de la dictadura franquista.
Falange fue siempre una organización minoritaria en el Archipiélago, con escasas simpatías reales entre los sectores dominantes de la burguesía y con muy limitada implantación en las clases populares.
El partido y parte de su discurso político eran considerados como algo extraño a las Islas y eso explica, en buena medida, su fracaso a la hora de atraer a una parte significativa de la población. El partido fascista nació lastrado por la escasez de militantes y por las peculiaridades de la formación social canaria, que impedían la propagación del discurso falangista en el conjunto de la sociedad.
Salvo en los momentos en que intentó desarrollar una política autónoma en competencia con otros poderes, el partido fue un instrumento de la clase dominante, una correa de transmisión con las disposiciones estatales y una burocracia encargada de intentar disciplinar e ideologizar a la población.