Después de un tiempo de silencio la poesía de Francisco Viña alza de nuevo su voz. Una voz llena de fuerza, reivindicativa, necesaria para reavivar el sentimiento dormido en las conciencias de una sociedad aletargada. Su poesía nos abre los ojos, nos empuja y nos llena de esperanza.
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Alienta con palabras que nacen de la gramática de la vida y que, pese a las malas historias, las montañas de desilusiones y desencantos, la desazón y la impotencia acumuladas en años, se arma de expresiones que devuelven sentido a términos como solidaridad, tolerancia, pacto por la paz y la dignidad. Un bagaje necesario, valores imprescindibles para acometer un nuevo tiempo del que el poeta es visionario.
Cirilo Leal
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La tierra del guanche herida de muerte hace hablar a mi querido amigo de un mundo que requiere de valores, no en vano Francisco Viña y el guanche que lleva dentro han envejecido juntos, y juntos se han hecho más sabios.
Paco nos habla de la necesidad de despertar del mal sueño de una tierra que, mirando sin ver, ha ido permitiendo la destrucción moral, cultural..., la destrucción de aquello que hace humano a los humanos.
Alejandro Togores