Gracias a los relatos de Pepa Aurora los niños de las Islas tienen la oportunidad de realizar una travesía maravillosamente creativa, conociendo los paisajes, las tradiciones, la historia, las leyendas y las costumbres de Canarias.
Pepa Aurora se ha convertido en un auténtico mito de la literatura del Archipiélago. Es consciente de lo fundamental que es transmitir a los niños, desde muy pronto, los valores que los formarán como personas, y unos conocimientos del pasado y del presente de su tierra, imprescindibles para amarla, respetarla y participar en construir su mejor futuro, pleno de auténtica igualdad y sostenibilidad.
La acción de todas sus obras se ha desarrollado en Gran Canaria, Fuerteventura, La Gomera, Lanzarote
, y ahora en la isla de Lobos, a través de un niño llamado Antoñín, que vive en Corralejo, pero tienen una relación muy especial con Lanzarote y con la isla de Lobos. Las dos islas son para él como apéndices de su pueblo. De vez en cuando suele acercarse con su padre a pescar en las costas de Lanzarote, que le encanta, aunque su isla preferida es Lobos porque allí pasa largas horas jugando en plena libertad.