En 1982, Francisco Tarajano publicó Ocho Islas y . El poeta Pedro Lezcano, en el prólogo, escribió:
Ocurre simplemente que Tarajano se ha tomado en serio la verdad ya tópica de que el arte es comunicación. Y, con una formación universitaria y un amplio repertorio de países conocidos, ha escogido como destinatario de su comunicación al concretísimo pueblo que pisa los eriales de sus islas. Pocos cantores conocen tan hondamente las faenas y los ocios de su pueblo, sus agonías y esperanzas. Acaso ningún otro cantor canario ha penetrado, hasta mancharse, el entorno insular, y no a través del pulcro dintel de las referencias sino por la angosta y sufrida puerta de servicio. [ ]
Tarajano es un moralista que ama profundamente la tierra de sus albores.
Yo no conozco a ningún otro escritor canario que haya cantado la flora, la fauna, la toponimia, el ser, estar, pensar y decir del pueblo canario tan bien como Tarajano.
Ahí está su extensa obra poética y prosística como prueba elocuente. Este libro es una magnífica demostración de su labor.
Luis Pulido Pérez